Había una vez un hombre que contaba verdades sin filtrar
Conocía de la vida, conocía la gente y pensaba y sentía
Caminaba por acá, paseaba por allá
Escuche de él que una vez le contó como era el mar a sus
amigos mineros
Esos que mueren jóvenes y trabajan de sol a sol sin verlo
Ellos le preguntaron cómo era el mar
Y él los mojó con su relato
Ellos nunca iban a ver el mar pero sintieron las olas
saladas
El me contó muchas cosas desde las hojas de un libro
Lo conocí de esa forma, leyéndolo y aprendiendo
Que somos todos hermanos sin importar donde estemos.
Adiós Maestro Galeano, Ojala algún día nos encontremos.
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